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Introducción
El diente invaginado (dens invaginatus, dens in dente) ha sido descrito como un trastorno del desarrollo dental, producido por invaginación del órgano del esmalte (invaginación coronaria) o de la vaina epitelial de Hertwig (invaginación radicular), en el que existe esmalte, dentina, tejido pulpar, y a veces cemento, dispuestos en ocasiones de modo anárquico (1). En muchos casos se ha hallado una íntima relación entre el canal invaginado y el canal principal (2), presentando grandes variaciones en su morfología (3).
Autores precedentes señalan una incidencia de 0.25 - 10%, apareciendo más en el maxilar superior, con predilección por los incisivos laterales permanentes (4), unilaterales generalmente, más en jóvenes y más en hombres que en mujeres (1).
Su etiología es desconocida aunque se ha sugerido alteraciones durante el desarrollo dental (2,4). En algunas ocasiones presentan una formación quística (5) o en más raras ocasiones están asociados con una endocarditis (6).
Presentamos un caso de diente invaginado y valoramos la importancia del diagnóstico precoz para realizar un correcto tratamiento.
Caso:
Una mujer de 51 años de edad acude a consulta por dolor en zona anterior del maxilar superior. En la exploración observamos un diente 22 conoide con un orificio de entrada incisal. Pruebas térmicas de calor y frío resultaron negativas en dientes 21 y 22 pero positivas en diente 23. A la percusión existía dolor en dientes 21, 23 y 22, siendo más intenso en este último. En una radiografía periapical (fig. 1) se halló endodoncia en diente 21 con incompleta obturación del canal; además de una zona radiolúcida de gran tamaño en diente 22 y foco apical en diente 23.
El diagnóstico fue: incompleta obturación del canal del diente 21, diente 22 invaginado con quiste en zona apical y periodontitis con afectación aguda en diente 23.
El tratamiento practicado fue: en el diente 21 reendodoncia, en el diente 22 endodoncia, apicectomía y quistectomía, y en el diente 23 endodoncia (fig. 2). En una revisión a los 6 meses de evolución no habia sintomatología alguna.
Discusión
El diente invaginado presenta a veces un profundo orificio lingual con caries en su interior. Se describe por ello la existencia frecuente de necrosis pulpar y periodontitis apical aguda (4,6). El tratamiento en tales casos suele ser la endodoncia con o sin cirugía apical (7). Esto es lo que ocurrió en el caso que presentamos, pues además de endodoncia requirió hacer apicectomía y quistectomía (fig. 2). Puesto que el diente 21 tenía hecha una endodoncia, el estudio radiográfico debería haber confirmado la invaginación del diente 22 cuando se realizó la misma y de este modo haber hecho un tratamiento preventivo con la obturación del orificio de invaginación.
Ha sido señalada la posibilidad de existir un canal pulpar complejo (2,3), lo cual dificultaría el tratamiento endodóncico. En otros casos se ha descrito la posibilidad de originar patología en dientes adyacentes (5). En el caso que presentamos existía afectación de dientes 23 y 21, ambos a cada lado del diente 22 invaginado. El diente 21 tenía una obturación incompleta del canal, por lo cual no podemos asegurar que su patología apical sea consecuencia de la afectación del diente 22, pero la patología apical del 23 si es posible.
Como señalan también autores precedentes (1,4) resulta imprescindible hacer un diagnóstico adecuado para prevenir una posible caries y evitar la subsiguiente afectación pulpar. Entendemos que los tratamientos de endodoncia y cirugía apical son mejores soluciones que la extracción del diente, cuando la prevención previa no ha tenido lugar.
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Figura 1: Imagen radiográfica centrada en diente 21 (canal con obturación incompleta en ápice) y en diente invaginado 22.
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Figura 2: Imagen radiográfica posterior al tratamiento. La zona radiolúcida corresponde al lugar donde se realizó la quistectomía del diente 22. |
Material Bibliográfico
1. DE MIGUEL, A.; DE LA MACORRA, J.C. Las invaginaciones dentarias. Estudio de 127 casos. Avances en Odontoestomatología. 1993; 9: 661-70.
2. MELODY CHEN, Y.-H.; TSENG, Ch.-Ch.; HARN, W.-H. Dens invaginatus. Review of formation and morphology with 2 case reports. Oral Surg. Oral Med. Oral Pathol. Oral Radiol. Endod. 1998; 86: 347-52.
3. NOIKURA, T.; OOYA, K.; KIKUCHI, M. Double dens in dente with a central cusp and multituberculism in bilateral maxillary supernumerary central incisors. Report of a case. Oral Surg. Oral Med. Oral Pathol. Oral Radiol. Endod. 1996; 82: 466-9.
4. HÜLSMANN, M. Severe dens invaginatus malformation. Oral Surg. Oral Med. Oral Pathol. Oral Radiol. Endod. 1996; 82: 456-8.
5. BILBAO ALONSO, A.; ESNAL LEAL, F.; GARATEA CRELGO, J.; ARZOZ SAINZ DE MURIETA, E.; PALOMERO RODRIGUEZ, R. Diente invaginado. Presentación de un caso de formación quística. Archivos de Odontoestomatología. 1996; 12(3): 151-4.
6. WHYMAN, R.A.; MACFADYEN, E.E. Dens in dente associated with infective endocarditis.
Oral Surg. Oral Med. Oral Pathol. 1994; 78: 47-50.
7. SAUVEUR, G.; SOBEL, M.; BOUCHER, Y. Surgical treatment of a lateroradicular lesion on an invaginated lateral incisor (dens in dente). Oral Surg. Oral Med. Oral Pathol. Oral Radiol. Endod. 1997; 83: 703-6.
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