lunes, 14 de junio de 2010

Sistemas libres de metal



Introducción
a profesión está enfrentada a un ejercicio entre una población cuya esperanza de vida en los últimos 20 años se ha incrementado considerablemente. También es una población que mantiene por más tiempo sus dientes en boca y en tal sentido el número de piezas extraídas es muy inferior comparado con el pasado. En los dientes y en la sonrisa se hace evidente el proceso de envejecimiento y las tinciones propias de la edad y el uso, son una causa de consulta al profesional el cual puede ofrecer procedimientos restauradores conservadores que pueden disimular los signos y hacer que los pacientes aparenten más juventud.
Las porcelanas han sido materiales que se han usado desde hace más de 10.000 años y han mantenido su importancia dentro de todas las sociedades humanas desde entonces. La mayoría de las cerámicas se caracterizan por su naturaleza refractaria, su dureza, susceptibilidad a la fractura, posibilidad de darle color y poca reactividad química. Estas, que van desde las más simples vajillas hasta los adornos más sofisticados están compuestas básicamente por los mismos elementos: feldesapatos (potasa de aluminosilicato), sílica (cuarzo) y caolín (greda pura).
Las cerámicas dentales tienen todas las particularidades expuestas anteriormente, siendo algunas de ellas ventajas y otras desventajas para sus usos en la cavidad oral. Las porcelanas feldespáticas se han venido usando exitosamente en asocio a estructuras metálicas por mas de 40 años y mantienen un estándar alto contra otros materiales estéticos existentes. El reto actualmente consiste en hacer que la apariencia sea lo más natural posible cuando se hace una visión de conjunto con dientes adyacentes y los avances dados en los últimos años como transparencia, fluorescencia, opalescencia, resistencia a perder el color, la hacen supremamente estética y vital para sus usos dentales. Desdichadamente estas porcelanas feldespáticas han sido muy débiles para su uso sin apoyo metálico. Desde allí se han desarrollado varios materiales y técnicas especiales para la fabricación de coronas todo cerámicas.
Actualmente son muchas las alternativas cerámicas con las que se cuenta y debido a que algunas poseen poca evidencia científica, se debe analizar cada sistema y las indicaciones y contraindicaciones para su uso al igual que una documentación que le asegure que la tasa de supervivencia de la restauración esté por encima del 95% a los 5 años. Además, cada sistema debe ser evaluado para determinar los alcances estéticos del tratamiento. Una revisión sistemática que adelantaron Hayashi y cols. en 2003 con la finalidad de determinar la efectividad clínica del uso de incrustaciones cerámicas comparada con otras formas de restauraciones en posteriores mostró que no existían diferencias en la longevidad o sensibilidad postoperatoria entre las incrustaciones y otro tipo de materiales restauradores al cabo de 1 año. No hubo una evidencia fuerte que demuestre la efectividad de un tratamiento u otro para dientes posteriores. Revisaron información entre 1990 y 2001 con un instrumento estructurado. La efectividad clínica de las restauraciones se evaluó en términos de la tasa de falla, dolor postoperatorio y estética. 46 artículos cumplían con requisitos de calidad, el 10,6% reportaron estudios controlados aleatorizados y 32,6% estudios clínicos controlados. 56,5% fueron estudios longitudinales de grupos control.
¿Cuáles son los factores que influyen para el éxito del tratamiento?
Morig en 2003, después de una observación durante 8 años de experiencia clínica con restauraciones todas en porcelana, concluye que se pueden lograr restauraciones iguales a la dentición natural y que el análisis crítico científico de la adhesión a dentina debe continuar. Recomienda, al igual que Stumpel en 2001, precaución y estudios de largo plazo para su uso en múltiples unidades, ya que las indicaciones son limitadas. De igual forma Gemalmaz en 2002 establece que la adhesión elimina la necesidad de retención por medios convencionales y permite sujetar la restauración con mínima preparación dental.
Sevuk y cols. en 2002 establecen que la biocompatibilidad, el entendimiento de las demandas estéticas del paciente y la confianza sobre la resistencia del material seleccionado, son partes integrales para el éxito.
Segal en 2000 demuestra que no existe mayor diferencia entre las restauraciones cerámicas y las de metal porcelana en cuanto a fracturas, sin embargo esta condición debe estar acompañada por una instrucción y educación al paciente, un apropiado examen y un adecuado plan de tratamiento basado en el conocimiento de la biología y la biomecánica del sistema estomatognático.
Uno de los factores críticos para el éxito de este tipo de tratamientos es el proceso de cementación. Al respecto, Wassell y cols. en 2002 refieren que no es una etapa difícil pero el éxito requiere de mucho cuidado en etapas previas, ya que una vez cementada la restauración no hay posibilidad de modificaciones o repetición. Recomiendan un trabajo conjunto entre odontólogo y auxiliar en el cual, ambos estén muy bien enterados del tipo de materiales que manejan y de su apropiada manipulación. Shimada y cols. en 2002 arenaron, pulieron y grabaron con ácido fosfórico o fluorhídrico y utilizaron un adhesivo dentinal (Clearfil SE Bond) junto con un cemento de curado dual (Panavia Fluoro Cement) ambos con y sin silano. Hallaron que el uso del silano aumentó la fuerza de adhesión de la resina. El uso de ácido fluorhídrico por 30 segundos mostró sobre grabado de la superficie de vidrio con efectos adversos sobre la adhesión. Burke en 2002 demuestra que el uso de resinas cementantes está indicado para aumentar la resistencia a las fracturas, y en el 2001 con otros colaboradores demostraron mediante su estudio que la adhesión a dentina influía para evitar decementaciones, desadaptaciones marginales y caries. Touati y Quintas en 2001 muestran que los cementos a base de resina han sido formulados para las alternativas cerámicas estéticas por su retención micromecánica y Morig en 1996 establecía que el punto crítico de las restauraciones libres de metal estaba en la adhesión a dentina (tabla 1).[+/-] Ver / Ocultar






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