Las restauraciones de resina compuesta son una realidad en la clínica odontológica actual, las cuales tienen indicaciones cada vez más extensas. Los procedimientos restauradores adhesivos proporcionan restauraciones estéticas, funcionales y que confieren resistencia al dental remanente. Las resinas compuestas pueden ser utilizadas, también, para la confección de restauraciones indirectas, las cuales favorecen la obtención de la relación de contacto proximal, facilitan la reconstitución anatómica y el acabado y minimizan la contracción de polimerización (BUSATO et al1, 1996; GOMES2, 1996; WEINER3, 1997; CHAIN e BARATIERI4, 1998; GARONE NETTO e BURGER5, 1998).
Las restauraciones indirectas, por presentar una fase realizada fuera de la cavidad bucal, llevaron a algunos autores a tratar de mejorar la polimerización a través de la fotoactivación complementada asociada o no al calor, o por el tratamiento térmico, donde el calor puede ser aplicado en unidades generadoras de los propios fabricantes de los sistemas de resinas compuestas, hornos específicos, convencionales y de microondas, o en otras fuentes, como agua en ebullición. La finalidad de estos procedimientos sería mejorar las propiedades físicas y mecánicas de las resinas compuestas, tornándolas más resistentes a fuerzas oclusales y masticatorias. (WEINER3, 1997; ANUSAVICE6, 1998; CHAIN, BARATIERI4, 1998; GARONE NETTO, BURGER5, 1998).
La microdureza superficial está correlacionada, según ASMUSSEN7 (1982); WENDT8(1987); DE GEE9 et al (1990), con el grado de conversión de polimerización y la cantidad de monómero residual remanente en el polímero, los cuales pueden ser mejorados por tratamiento térmico. Es determinada también por el volumen porcentual del contenido de carga, por la concentración de agentes fotosensibles y por la intensidad de la fotoactivación, la cual debe ser realizada por aparatos adecuados con intensidad de luz superior a 300 mW/cm2 (MANTE et al10, 1993).
Las ventajas consecuentes de la polimerización complementada a la fotoactivación de las resinas compuestas están relacionadas al aumento del grado de conversión de polimerización de la matriz resinosa (LEINFELDER11, 1997; McCABE e KAGI12, 1991), teniendo la cantidad de ligaciones cruzadas aumentadas. Según CHAIN, BARATIERI4 (1998), con el complemento térmico a 125ºC durante 5 minutos, la conversión de polimerización puede llegar a 80%, mejorando las características de la resina compuesta.
Según FERRACANE, CONDON13 (1992); HERRERO14 et al (1998), con la elevación de la temperatura existe un aumento en la movilidad molecular de las cadenas poliméricas, aumentando la reactividad de los radicales libres. Previamente a la polimerización hay una concentración uniforme de agua y oxígeno que afecta la polimerización. Al someter esas resinas compuestas al tratamiento térmico ocurrirá un aumento de la polimerización por no haber tiempo para que el oxígeno adicional se difunda desde la superficie y perjudique la polimerización, quedando la inhibición restricta a la capa mas superficial. La explicación para la mejora de las propiedades físicas y mecánicas de las resinas compuestas sometidas al tratamiento térmico está relacionada al relajamiento del stress interno, especialmente en la interfase carga/matriz, promoviendo mayor unión entre las partes orgánicas e inorgánicas y mejorando sus características. El aumento de las ligaciones cruzadas de los grupos metacrilato generado por el tratamiento térmico proporciona una matriz resinosa más reforzada y rígida, colaborando para mejorar las propiedades de las resinas compuestas.
Entre tanto, resinas compuestas diferentes presentan distintas cantidades de grupos de metacrilato convertidos remanentes después de la polimerización, exhibiendo por tanto, diferentes grados de conversión de polimerización, dependiendo del tipo de monómero presente. Además, la mejora de las propiedades físicas y mecánicas de las resinas compuestas sometidas al tratamiento térmico varía de acuerdo con la formulación de la resina, presentando, de esta forma, carácter selectivo (RUYTER, SVENDSEN15, 1977; FERRACANE, CONDON13, 1992).
WENDT8 (1987) utilizó calor seco en horno de termopolimerización durante 10 minutos, 5 minutos después de la fotoactivación con temperaturas de 60ºC, 100ºC, 125ºC, 150ºC, 175ºC e 200ºC y constató que, en relación al desgaste in vitro, hubo reducción significante con temperaturas de 125ºC o superiores. La microdureza superficial también aumentó significativamente, y estabilizó después de los 125ºC . De este modo, las propiedades físicas y mecánicas de resinas compuestas, en especial microdureza superficial y resistencia al desgaste, son mejoradas con el tratamiento térmico en temperaturas entre 100ºC y 200ºC, siendo la temperatura de 125ºC la indicada como más ventajosa para alcanzar esa mejora.
ASMUSSEM, PEUTZFELDT16 (1990) probaron el tratamiento térmico durante 1 hora a 37ºC, 100ºC, 125ºC, 150ºC, 175ºC y 200ºC y concluyeron que 150ºC es la temperatura más alta que se debe utilizar en el tratamiento térmico de resinas compuestas, pues probó mayor resistencia y rigidez de los materiales probados, y en temperaturas 175ºC y 200ºC hubo decoloración de las resinas probadas. Entre tanto, el efecto del tratamiento térmico sobre las propiedades mecánicas fue pequeño, alrededor de 9%. El tipo de matriz orgánica presente en la resina compuesta también ejerce influencia sobre las propiedades alteradas por el tratamiento térmico.
ADABO et al17 (1997) avalaron el efecto de la polimerización complementada de la resina compuesta fotopolimerizada Charisma. Para esto, los cuerpos de prueba fueron confeccionados en una matriz circunferencial de acero inoxidable con abertura de 5 mm de diámetro por 2 mm de profundidad, siendo estos sometidos a análisis de dureza Vickers, con carga de 100g. Los cuerpos de prueba fueron divididos en tres grupos: G1 - resina Charisma con fotopolimerización convencional, por 60 segundos (grupo control); G2 - resina Charisma fotopolimerizada por 60 segundos con complementación en caja de luz (Kulzer) por 7 minutos y G3 - resina Charisma fotopolimerizada por 60 segundos con complementación en estufa para esterilización (Olidef) a 120ºC por 7 minutos. Los autores concluyeron que la resina Charisma presentó un aumento de 26% en dureza, independiente de la fuente de polimerización complementaria.
HERRERO et al14 (1998) realizó tratamiento térmico en horno por 7 minutos a 100ºC con intervalos después de la fotopolimerización inicial variando de 5 minutos, 30 minutos, 6 horas, 24 horas, 48 horas, 72 horas, 96 horas, 120 horas y avaló el grado de conversión del monómero a través de un espectro infrarrojo obtenido en un espectrómetro y determinó que los valores de polimerización de las resinas compuestas sin tratamiento térmico aumentan con el pasar del tiempo después de la polimerización inicial, en cuanto las resinas con tratamiento térmico tienen su conversión de monómeros disminuida con el retardamiento de aplicación al calor, o sea, cuanto más tiempo se espera entre la fotoactivación y el tratamiento térmico, menor es el grado de conversión de monómeros obtenidos. El límite considerado significante fue de hasta 6 horas de intervalo, con todo, el ideal es que sea realizado inmediatamente. Las resinas compuestas con tratamiento térmico realizado luego de la fotoactivación tuvieron un grado de conversión de monómeros significativamente mayor al de las resinas sin tratamiento térmico. Con el aumento del tiempo de intervalo de la fotoactivación y del tratamiento térmico la diferencia de polimerización de las resinas compuestas con y sin tratamiento térmico disminuyó.
BRAUN et al18 (1998) evaluaron la efectividad de la polimerización de la resina acrílica, cuando en contacto con metal, activado a través de energía de microondas con potencia de 500 Watts, durante 3 minutos, considerando para esto la dureza variable ( Knoop ). Las pruebas fueron realizadas en tres grupos: G1 - resina acrílica Clásico polimerizada en ciclo corto (grupo control); G2 - resina acrílica Acron-MC polimerizada en horno de microondas; y G3 - resina acrílica Clásico polimerizada en horno de microondas. Los autores concluyeron que la energía de microondas puede ser utilizada para la polimerización de las resinas acrílicas, igualmente con la presencia de metal, pues las pruebas no demostraron diferencia estadística de dureza entre el grupo control y los demás grupos.
BORGES et al19 (2000) probó la influencia de los ciclos de polimerización, dureza, rugosidad y porosidad de la resina acrílica QC-20 polimerizada a través de energía de microondas, durante 3 minutos con potencia de 500 Watts. Comparando este grupo con un grupo control de resina acrílica QC-20 con polimerización convencional en baño de agua calentada a 74ºC por 9 horas. Los autores obtuvieron el mayor promedio de dureza (Knoop) y rugosidad para el grupo sometido a energía de microondas, habiendo diferencia estadística para estos grupos.
Este trabajo tuvo como objetivo evaluar, comparativamente, la microdureza superficial Vickers de una resina híbrida (Charisma – Heraeus Kulzer) y una condensable del mismo fabricante (Solitaire), sometidas a complementación de polimerización a través del aumento de tiempo de exposición a luz halógena y del empleo de horno microondas.
MATERIALES Y MÉTODOS
El presente trabajo evaluó la microdureza superficial de 90 cuerpos de prueba de resina compuesta divididos en dos grupos de resinas: una híbrida (Charisma- Heraeus Kulzer) y una de alta viscosidad del mismo fabricante (Solitaire). Estos especimenes fueron sometidos en tres grupos subdivididos en tres grupos para cada resina, totalizando 15 cuerpos de prueba para cada grupo.
Los cuerpos de prueba fueron confeccionados con la utilización de una matriz de teflón, la cual formó pastillas de resina compuesta con 4mm de diámetro y 2 mm de espesor. Con el auxilio de una espátula de resina fueron colocados incrementos de resina compuesta en la matriz, apoyada sobre una loseta de vidrio. La polimerización de los mismos fue realizada de acuerdo con los grupos citados abajo. Los especimenes fueron marcados con punta diamantada en el sitio opuesto al que recibió la luz halógena (450 mW/cm2), para que en el momento de evaluación en el microdurómetro no hubiera esta interferencia, pues todas las pastillas fueron evaluadas utilizando el lado que recibió la luz halógena. Los cuerpos de prueba fueron divididos en 3 grupos de 15 unidades para cada una de las resinas utilizadas:
A = Charisma B = Solitaire
Grupo 1 A: Resina Charisma A1 fotoactivada con luz halógena por 20 segundos (de acuerdo con el fabricante);
Grupo 2 A: Resina Charisma A1 fotoactivada con luz halógena por 40 segundos (doble del tiempo sugerido por el fabricante);
Grupo 3 A: Resina Charisma A1 fotoactivada con luz halógena por 20 segundos + uso de horno microondas por 5 minutos (potencia de 800 Watts);
Grupo 1 B: Resina Solitaire A1 fotoactivada con luz halógena por 40 segundos (de acuerdo con el fabricante);
Grupo 2 B: Resina Solitaire A1 fotoactivada con luz halógena por 80 segundos (doble del tiempo sugerido por el fabricante);
Grupo 3 B: Resina Solitaire A1 fotoactivada con luz halógena por 40 segundos + uso de horno microondas por 5 minutos (potencia de 800 Watts).
Después de la polimerización, todos los especimenes, fueron pulidos con puntas de goma abrasiva del tipo identoflex durante 30 segundos y almacenados en agua destilada por 72 horas. Posteriormente a este procedimiento, fueron llevados al aparato de microdurómetro el cual mide la microdureza superficial de cada uno de los cuerpos de prueba.
RESULTADOS
Los datos obtenidos a través de la prueba de microdureza superficial Vickers fueron analizados estadísticamente a través de la prueba ANOVA y la prueba de Tukey, con un nivel de significancia del 5%. (Tabla 1).
Tabla 1:
Análisis estadístico – ANOVA y Tukey:
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Grupos N Promedio Desvio Padrón P TUKEY
1 A 15 35,3 2,4 0,05 A
2 A 15 51,5 3,5 B
3 A 15 33,9 1,8 A
1 B 15 41,6 2,5 A
2 B 15 55,3 2,5 B
3 B 15 52,8 1,7 C___
*valores en Vickers
(Resultados del análisis estadístico, donde fue encontrada una diferencia estadísticamente significativa, el grupo 2 A con valores de microdureza superiores a de los grupos 1 A y 3 A no tuvieron diferencia entre si. Y, diferencia estadísticamente significativa entre los grupos de resina B, siendo que el grupo 2 B fue el que obtuvo mayores valores de microdureza seguido por el grupo 3 B y posteriormente por el grupo 1 B).
Los resultados encontrados mostraron que, para la resina Charisma los cuerpos de prueba del grupo 2 (fotoactivado por el doble de tiempo sugerido por el fabricante) presentaron valores de microdureza superficial superiores estadísticamente al grupo 1 (fotoactivado por el tiempo sugerido por el fabricante) y 3 (fotoactivado por el tiempo sugerido por el fabricante + uso de microondas por 5 minutos), los cuales no se mostraron diferentes entre si.
Para la resina Solitaire, los valores de microdureza presentaron diferencias estadísticamente significantes, siendo el grupo 2 (fotoactivado por el doble de tiempo sugerido por el fabricante) superior al grupo 3 (fotoactivado por el tiempo sugerido por el fabricante + uso de horno microondas por 5 minutos) lo cual fue superior al grupo 1 (fotoactivado por el tiempo sugerido por el fabricante).
Al comparar las dos resinas compuestas (Charisma y Solitaire) entre si, no hubo diferencias estadísticamente significantes para las tres formas de polimerización empleadas.
CONCLUSIONES
De acuerdo con la metodología empleada en este trabajo fue constatado el aumento en la microdureza superficial Vickers al ser aplicada a complementación de polimerización a través del aumento del tiempo de exposición a luz halógena (para las resinas Charisma y Solitaire) y a través del uso de horno de microondas (para la resina Solitaire). En los grupos en los que fue utilizado el doble de tiempo de polimerización, se obtuvieron los mejores resultados para ambas resinas. No hubo diferencia en relación a la microdureza superficial entre las dos resinas compuestas evaluadas.
BIBLIOGRAFIA
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2. GOMES, J. C. Odontologia Estética: Restaurações Adesivas Indiretas. São Paulo: Artes Médicas, 1996.
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BORGES, L.H. DOMITTI, S.C.,CONSANI,S. Influência dos ciclos de polimerização sobre polimento, rugosidade e dureza superficial da resina acrílica QC-20. Rev. do CROMG, v.6, n.2, p.68-78, maio / agosto, 2000
ta chvr el blog y los temas son muy ineresantes
ResponderEliminarEs bueno poder acercar datos interesantes sobre casos o tratamientos no comunes de este tipo de especialidades por este medio, creo que seria muy bueno poder encontrar carreras universitarias de este modo.
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