viernes, 11 de junio de 2010

ENCERADO DIAGNÓSTICO


Pere Baldomà

Pere Baldomà Salxench



Figura 1El mejor comienzo para una restauración protésica es el encerado de diagnóstico, tal como indica su propio nombre, sirve para diagnosticar, "determinar" desde la situación de partida (Fig. 1) 

Muchos factores influyen para obtener el resultado al que se puede llegar, o incluso en algunos casos como el de implantes dentales al que se quiere llegar. Pero el encerado diagnóstico es el único instrumento de referencia y guía, que ayuda durante todos los pasos del proceso de fabricación. Sin el encerado diagnóstico, cualquier planificación protésica resultará corta e insuficiente, sin él, siempre existirá un grado importante de improvisación, aunque el técnico sea muy hábil e imaginativo, o que tenga distintas posibilidades para resolver un mismo caso, necesita conocer hacia dónde se dirige, por lo que el encerado de diagnóstico es un paso ineludible, al que se acogerá, siempre que tenga dudas. (Fig. 2-3)

Figura 2 Figura 3 

¿Dónde reside la importancia de un encerado?

Para garantizar el resultado final de un caso con elevado porcentaje de exactitud. Solo hay una manera de actuar, con planificación, no basta con una anamnesis y un examen radiológico, hay que tomar impresiones de estudio, registros oclusales y valorar las necesidades del caso. Cuando se reciben los modelos en el laboratorio, se procede a su montaje en articulador, seguidamente después de un examen exhaustivo se inicia el encerado, este encerado sigue las directrices y coordenadas de los elementos de juicio que se tienen, (Fig. 4-5) modelos preliminares, alguna fotografía y cual es la necesidad protésica concreta; se completan las formas de acuerdo a esa información y se confecciona el primer provisional, este proceso es igual en cualquier especialidad de prótesis. (Fig. 6-7) 

Figura 4 Figura 5

Figura 6

Figura 7


Puede suceder y sucede con frecuencia que el resultado del temporal no cumpla las expectativas deseadas por el paciente, es muy posible que así sea, ya que faltan elementos importantes de información como son los labios, la cara, la sonrisa, incluso la expresión de los ojos. Estos componentes solo pueden apreciarse con el primer provisional, cuando está posicionado en la boca, se valora todo el entorno y se rectifica el provisional, se remodela combinando las indicaciones del paciente y su criterio de estética, el criterio del clínico y del técnico debe ser más flexible, para adaptarse al concepto que el paciente tiene de su propia estética, asesorarle sobre algún punto concreto o lo que no es posible conseguir atendiendo a criterios clínicos, pero permitir que se sienta partícipe, (Fig.8) no se puede olvidar que el paciente será el portador de la prótesis y ha de sentirse a gusto con el resultado final.
Cuando sentado en el consultorio dice la frase "parecen míos" esto indica que se está cerca del éxito, es preferible hacer pocos retoques más.

Figura 8

Se confecciona un segundo provisional con las referencias obtenidas del anterior, (Fig. 9) que son complemento a la información inicial. El nuevo puente se fabrica como si fuera el definitivo, (Fig.10) que pueda durar cierto tiempo en boca sin que se sienta incómodo el portador, así se puede valorar forma y tono, incluso si hay que hacer algún pequeño retoque, todo antes de realizar la prótesis definitiva. (Fig.11-12) Cuando todos los aspectos se han concretado y todo está conforme, se procede a la construcción de la prótesis definitiva, tomando una impresión de la situación y forma conseguida como definitiva, este modelo es el que servirá en todo momento de guía y control durante el proceso, de inicio a fin del tratamiento. (Fig.13-14) 

Figura 9 

Figura 10 

Figura 11 

Figura 12 

Figura 13 

Figura 14

El encerado de diagnóstico, es el principio del camino, dirigido a confeccionar una prótesis provisional lo más parecida posible a la futura situación definitiva, su función es evitar los retoques desagradables a la hora del cementado, con el paciente sentado en el gabinete y con cara de sorprendido, que son tan habituales cuando no se hace una planificación de este tipo; también son motivo de que unas cerámicas de aspecto natural, (Fig.15) adquieran un aspecto mortecino después de los retoques por haber eliminado con la fresa, los matices tonales internos, incluidos durante la confección del definitivo en el laboratorio, anulando todos los esfuerzos y tiempo empleado por el técnico. (Fig.16) 

Figura 15 

Figura 16





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